miércoles, 6 de junio de 2012

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La radio en Venezuela
La radiodifusión en Venezuela comenzó en 1926, durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez, gracias a los conocimientos técnicos de Luis Roberto Scholtz y Alfredo Moller, y a la influencia política del coronel Arturo Santana, edecán del general José Vicente Gómez, hijo del de la República. Con el nombre de AYRE, obtuvieron el permiso oficial el 25 de septiembre de 1925, que no sólo les concedía la exclusividad de las transmisiones, sino también la venta de los receptores. En mayo de 1926 empezaron las transmisiones con un Western Electric de 1 kw y una antena sustentada por torres de 65 m de altura. Como gerente de la emisora radial figuraba Luis Roberto Sholtz y como locutor oficial, Alfredo Moller. La planta fue instalada en los terrenos que hoy ocupan el y el terminal de pasajeros, y los estudios en una de la esquina El Tejar. Transmitían noticias sacadas de los periódicos y programas de variedades, dentro de un área de 3.200 km. Cuando se generan los acontecimientos políticos de 1928, la emisora AYRE es clausurada oficialmente. Dos años después, el 9 de diciembre de 1930, se inaugura la Broadcasting Caracas, fundada por William H. Phelps, dueño del almacén Americano, negocio especializado en la importación y venta de artefactos eléctricos. Como colaboradores inmediatos de Phelps, figuran Edgar J. Anzola y Ricardo Espina. Y en el manejo técnico de la emisora, Alberto López. Dentro del Convenio Internacional de Radiodifusión, a Venezuela le había tocado el código YV. Por eso en las siglas de la nueva planta aparece la identificación YVIBC en onda larga y YV2BC en onda corta. El BC corresponde al sintagma nominal Broadcasting Caracas, que a partir de 1935, después de la muerte del general Gómez, se convertirá simplemente en Radio Caracas. El equipo inicial de 1BC era marca RCA con una potencia de sólo 100 vatios. La antena irradiante funcionaba sobre 2 antiguos molinos de viento. Así salió al aire la primera vez, con motivo de la transmisión remota desde la plaza Henry Clay, a propósito de la inauguración de una estatua del famoso político norteamericano. Ese mismo año de 1930, el 17 de diciembre, desde el Campo de Carabobo la Broadcasting Caracas transmite también la inauguración de un monumento alegórico de la batalla de Carabobo, para conmemorar el primer centenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar. En torno a Radio Caracas empieza a formarse toda una élite de figuras del mundo de la comunicación, de la música y de la intelectualidad venezolana. Y su programación va de la noticia al discurso oficial, de la música popular a la música culta y del sketch gracioso al melodrama radial. "El Diario Hablado", fundado por Mario García Arocha, fue por muchos años tribuna informativa del acontecer nacional e internacional. Y la presencia de músicos como Carlos Bonet y Eduardo Serrano, como directores de orquesta, anticiparon la participación de artistas como Fedora Alemán, Ángel Sauce, Pedro Antonio Ríos Reyna y Antonio Estévez. Después de la creación de la 1BC (Radio Caracas) van apareciendo las voces de Radiodifusora de Venezuela (29.5.1932), La Voz de Carabobo (6.7.1934), La Voz del Táchira (4.7.1935), Emisoras Unidas (16.2.1935), Ondas Populares (10.2.1935), Ecos del Zulia (1.4.1936), Ondas del Lago (12.10.1936), Radio Popular (15.10.1936), La Voz de la Esfera (27.4.1937), Ecos del Orinoco (6.6.1938), Emisora Vargas (6.8.1938), Radio Puerto Cabello (20.9.1938) y La Voz de la Fe (15.9.1940). El auge de la Radiodifusión, después de la muerte del general Gómez y durante los gobiernos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, dio pie para que se produjera una legislación sobre el uso de los medios Radioeléctricos. Es así como aparecen la Ley de Telecomunicaciones, aprobada por el Congreso Nacional el 12 de julio de 1940, la cual derogó la ley anterior del 27 de julio de 1936; y el Reglamento de Radio Comunicación, promulgada el 7 de febrero de 1941. Con estos instrumentos legales, el Estado rige la comunicación Radioeléctrica, con un sentido más moderno de equidad y justicia. Como medio de comunicación la Radio ha tenido una singular importancia en la historia política del país. Un periodista de dilatada trayectoria afirma que la caída del gobierno del general Isaías Medina Angarita se consolidó cuando uno de los dirigentes del golpe cívico-militar del 18 de octubre de 1945, habló por Radio Caracas incitando al pueblo para que se incorporara a "la revolución". El vocabulario venezolano de la década comprendida entre 1940 y 1950 sufrió cambios notorios por medio del lenguaje sectorial de la Radio, la publicidad y el deporte, especialmente el béisbol. En esto influyó mucho el caudal Radiofónico de la Cuba prefidelista, cuyo amplio espectro lingüístico cubría toda la cuenca del Caribe. El naciente Radioteatro criollo, costumbrista y local, fue desplazado prácticamente por las Radionovelas cubanas, que se transmitían por las principales emisoras capitalinas, bajo el patrocinio de las empresas fabricantes de jabón y detergentes. Dentro de la música popular se impuso la participación de cantantes y orquestas cubanas, mexicanas y dominicanas. Y en las transmisiones deportivas de béisbol y boxeo, se mezclaban jugadores y púgiles de esas nacionalidades con los venezolanos. De esta onda difusiva queda fuera la Radio Nacional de Venezuela. El auge de la Radiodifusión comercial ensancha los mercados, a través de la llamada industria publicitaria. Empresas internacionales de publicidad fundan sucursales en el país y se crea una Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA). Del mismo modo aparece una Cámara de la Industria de la Radiodifusión (1945), que defiende los intereses de las empresas del ramo. La política estatal se mantiene de acuerdo con la praxis política del gobierno de turno. Cuando el régimen es democrático se garantiza la libertad de expresión. Y cuando es dictatorial, se restringen esas garantías. Tal como ocurrió respectivamente en el trienio de 1945 a 1948, cuando gobernaron Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos; y en los años comprendidos entre 1948 y 1958, durante el régimen de la Junta Militar de Gobierno y el período del general Marcos Pérez Jiménez. Pero el golpe más fuerte que sufre la Radio, no sólo en Venezuela sino a nivel mundial, se lo da la televisión, que tiene la ventaja de conjugar los mensajes auditivos y visuales, los cuales le dan más pregnancia a la comunicación y más alta definición por la cantidad de datos que aportan al espectador. Frente a la televisión, la Radio se arrincona en el lugar de las rockolas. Con la pérdida de publicidad y anunciantes, la programación Radiofónica se limita a transmitir información precaria y a la promoción de la industria disquera, a través de los discjockeys. De esa caída se vendrá a recuperar a mediados de la década de 1980, cuando aparecen las emisoras de frecuencia modulada. El sonido digital de las FM empieza a conquistar a los oyentes y los productores se las ingenian para ofrecer programas diferentes al público. Pionera de esta nueva dimensión de la Radio en Venezuela es la Emisora Cultural de Caracas (1975), cuya programación combina la música culta con el quehacer intelectual y literario del momento. Sin embargo, el público receptor de estos mensajes es limitado. Con la aparición del Radiotransistor, la Radiodifusión adquiere un nuevo aliado, ya que el aparato portátil no es costoso y funciona con pilas. Actualmente existen alrededor de 200 estaciones de Radio en todo el país, algunas de ellas agrupadas en cadenas radiales (Radio Rumbos, Radio Visión, Unión Radio, etc.). Aparte de la red de emisoras de la Radio Nacional de Venezuela y de la emisora Radio Continente, la industria de la Radiodifusión en Venezuela se encuentra en manos privadas. M.Be